Una mujer sale a pescar con una red oxidados besos asesinatos
fantasmas acechantes del nombre
que perdió como letras duras amaneciendo
en su lengua negrísima por la saliva del odio
iba venía
entre dos plantas que crecen más allá
del corazón carcomidas anheladas anhelantes
fotosíntesis del cuerpo
¿qué iría a encontrar? ¿qué a conocer? ¿qué a lastimar?
sin libros de fuego o cárceles
o bosques sale a pescar peces profundos
para que hablen por ella incesantes
hasta sembrar el día
y dejarlo florecer.
domingo, 13 de septiembre de 2009
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Me gusta cómo las palabras me van envolviendo en el poema.
ResponderEliminarMuy bueno!