no sé por qué importan ahora los huesos de clemencia tariffa
atada a una cama en el manicomio de santa marta
como si fuera ella parte de mis desvelos o alegrías
labio que amé
rosa en la cumbre
pero también me llama
escucho así
la trampa de panero en mondragón
o indagar si carlos véspoli ha muerto nuevamente
la carpa de Godoy
en mar del plata
edith vera cayendo en la botánica
y esa insistencia
de la poesía
en nuestros cuerpos
su gran luz
cubriéndonos de vendas.
sábado, 5 de septiembre de 2009
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contundente!!
ResponderEliminarfuerte y enfrentante a sucesos de la mente y de la vida en cualquier lugar, o dolorasamente aquí tan cercanamente
cariños
Este es un poema que te preocupa, este formato, Alejandro, es maduro, lo feliz es el conjunto, viste Ale yo, siempre ecuménico, tengo una duda ¿Cómo puede ser un sombrero lupino? y encuentro nuevamente "y esa insistencia
ResponderEliminarde la poesía
en nuestros cuerpos"
Este poema me hace pensar en la capacidad de ofensa, del poder, de la... de tu capacidad estanlineana para dictarnos. Pocas personas deben conocer tu capacidad para el improperio es claro igual a tu "labio que amé
rosa en la cumbre" esta metáfora...
Orientaciones: la rosa en la cumbre esta bastante sucia cuando la usas para insultar.