domingo, 20 de septiembre de 2009

Identidades

Era una mujer de espesa imaginación. Por las noches, soñaba que su marido era un agente secreto que la poseía en los baños de un casino en Londres; o, a veces, un corredor de bolsas de Wall Street que la acosaba en la parada del taxi; o un secuestrador que la raptaba y, en el interior de un auto sucio, le acariciaba la entrepierna.
Él también tenía una imaginación frondosa: a menudo soñaba que su esposa era una colegiala con jumper a la cual montaba sobre el piso de un aula vacía; o, en ocasiones, una odalisca huyendo del Sultán y pidiéndole refugio a cambio de sexo; o (y ésta era su fantasía mejor) una policía que lo castigaba practicándole una fellatio sin permitirle acabar.
Despiertos, no se reconocían.

3 comentarios:

  1. pero no ezequiel,se reconocía se REQUETE-CONOCÍAN...Un abrazo

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  2. necesitarian "desconocerse un poco"...a veces el conocerse demasiado transforma a las parejas en ·hermanitos", y eso no es muy estimulante, salvo que tengan una fantasia "edipica" e incestuosa....me explico????

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  3. La rutina obliga a reeinventarse. Me gustó mucho, Ezequiel!!!
    Mis saludos y agradecimientos por la devoluvión en mi foto.
    Que estes Muy bien!
    Anna Lee

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