Para la próximas flores
Dramaturgia y dirección: Graciela Asad
Dramaturgia y dirección: Graciela Asad
Actriz: Florencia Chidichimo
Música original: Claudio Turica
Luces y operación técnica: Daniel Cuzzolino
Escenografía: Jorge Martínez
Asistente de dirección: Solange Riccardi
Música original: Claudio Turica
Luces y operación técnica: Daniel Cuzzolino
Escenografía: Jorge Martínez
Asistente de dirección: Solange Riccardi
En el marco del ciclo de teatro por la Memoria, la Verdad y la Justicia, que lleva adelante el Municipio de Morón, y en el cual se recrean las historias de algunas vecinas de la zona oeste integrantes de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y de las Madres de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y Gremiales, “Para las próximas flores”, escrita y dirigida por Graciela Asad, logra con solo un personaje, escasos pero eficientes recursos escénicos y una guitarra impecable, sostener el aliento y acelerar el pulso del espectador durante casi una hora.
La obra que cuenta la historia de Josefina García de Noia, más conocida como Pepa de Noia, toma cuerpo en una conmovedora actuación de Florencia Chidichimo. Una puesta sin golpes bajos, donde los personajes, presentes o evocados, se tornan creíbles y dan cuenta de una historia local, de carne y hueso. Y uno de los testimonios más movilizantes por tratarse de uno de los casos de desaparecidos del que se cuenta con menor cantidad de información, a pesar de ser Pepa la primera en arribar a la Plaza de Mayo el 30 de abril de 1977 para dar la vuelta en torno a la pirámide, y llevar más de treinta años en la búsqueda de su hija María Lourdes de Mezzadra, psicóloga y docente de la Universidad de Morón, secuestrada el 13 de octubre de 1976.
Para los de mi generación, imposible no recordar: dónde estábamos, qué hacíamos, quiénes éramos entonces; y cuando la obra termina, nos retiramos de la sala hermanados por un rato, en vaya uno a saber cuál costado de la tristeza.
Pepa sale rápido, se enciende un cigarrillo en el hall de entrada del teatro. La gente la saluda, la besa. Mi hijo Federico, de ocho años, me dice: -mamá, tu ojo está por llorar. Y enseguidita agrega: -el mío también.
Para ver ésta y las otras obras que integran el ciclo, el programa completo en: http://www.moron.gov.ar/arteycultura/agenda_teatro.php
La obra que cuenta la historia de Josefina García de Noia, más conocida como Pepa de Noia, toma cuerpo en una conmovedora actuación de Florencia Chidichimo. Una puesta sin golpes bajos, donde los personajes, presentes o evocados, se tornan creíbles y dan cuenta de una historia local, de carne y hueso. Y uno de los testimonios más movilizantes por tratarse de uno de los casos de desaparecidos del que se cuenta con menor cantidad de información, a pesar de ser Pepa la primera en arribar a la Plaza de Mayo el 30 de abril de 1977 para dar la vuelta en torno a la pirámide, y llevar más de treinta años en la búsqueda de su hija María Lourdes de Mezzadra, psicóloga y docente de la Universidad de Morón, secuestrada el 13 de octubre de 1976.
Para los de mi generación, imposible no recordar: dónde estábamos, qué hacíamos, quiénes éramos entonces; y cuando la obra termina, nos retiramos de la sala hermanados por un rato, en vaya uno a saber cuál costado de la tristeza.
Pepa sale rápido, se enciende un cigarrillo en el hall de entrada del teatro. La gente la saluda, la besa. Mi hijo Federico, de ocho años, me dice: -mamá, tu ojo está por llorar. Y enseguidita agrega: -el mío también.
Para ver ésta y las otras obras que integran el ciclo, el programa completo en: http://www.moron.gov.ar/arteycultura/agenda_teatro.php
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